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Una guía breve para mejorar tu salud bucal

Escrito por Estefanía Cañibano | Aug 26, 2024 1:46:27 PM

Diez consejos prácticos para implementar en tu rutina diaria.

Cuidar la salud bucal es fundamental no solo para mantener una sonrisa atractiva, sino también para preservar la salud general. Una boca sana no solo previene enfermedades dentales como las caries, la gingivitis o la periodontitis, sino que también reduce el riesgo de desarrollar complicaciones más graves, como infecciones que pueden afectar otras partes del cuerpo. 

En este post ofrecemos una guía breve pero completa para mantener una sonrisa realmente saludable, con consejos prácticos y fáciles de implementar en tu rutina diaria. 

Diez recomendaciones para mejorar la salud bucal

1. Cepillarse los dientes correctamente

El primer paso para un buen cepillado es elegir el cepillo adecuado. Optá por un cepillo pequeño y de cerdas suaves. Las cerdas duras pueden dañar el esmalte de los dientes y causar irritación en las encías.

El segundo paso es cómo nos cepillamos. Se recomienda cepillarse los dientes al menos dos veces al día, y preferentemente después de cada comida. Estos son los pasos para una técnica de cepillado adecuada:

  • Posicioná el cepillo en un ángulo de 45 grados con respecto a las encías. Esto permitirá que las cerdas limpien tanto los dientes como la línea de las encías.
  • Realizá movimientos suaves  de atrás hacia delante, contando hasta 10 en cada sector dentario.
  • Cepillá todas las superficies de los dientes: la parte externa, la interna y la superficie de masticación.
  • No olvides limpiar también la lengua, ya que puede acumular bacterias que causan mal aliento. Hay en el mercado limpiadores o raspadores linguales que son ideales para esto.
  • Dedicale al menos dos minutos al cepillado. Podés usar un temporizador o un reloj para asegurarte de que estás cepillándote el tiempo suficiente.

2. Usar una pasta dental con flúor que sea adecuada

El flúor es un mineral que ayuda a fortalecer el esmalte dental y a prevenir las caries. Por eso, asegurate de que tu pasta dental contenga flúor. Si tenés dudas sobre cuál es la mejor pasta dental para vos, consultá con tu odontólogo. 

Tip: Evitá pastas dentales blanqueadoras si tenés sensibilidad dental o problemas de encías, ya que pueden ser abrasivas.

3. Cambiar el cepillo de dientes regularmente

La mayoría de los odontólogos recomiendan cambiar el cepillo cada tres meses, o incluso antes si se observan signos de desgaste. Esto se debe a que las cerdas del cepillo se desgastan con el tiempo y no pueden eliminar la placa dental de manera efectiva. Además, los cepillos de dientes acumulan bacterias y gérmenes con el tiempo, lo que puede provocar infecciones y mal aliento.

También existen algunas situaciones en las que se debe cambiar el cepillo de dientes con más frecuencia, como después de una enfermedad, ya que las bacterias pueden alojarse en las cerdas del cepillo.

4. Usar hilo dental

El cepillado por sí solo no es suficiente para mantener una buena salud bucal. El hilo dental es esencial para limpiar entre los dientes y debajo de la línea de las encías, áreas donde el cepillo no puede alcanzar. Por eso es recomendable usarlo al menos una vez al día, preferiblemente por la noche antes de cepillarte los dientes.

Para usarlo correctamente, cortá aproximadamente 45 cm de hilo dental, enrollá la mayor parte en cada dedo medio y dejá unos 5 cm para trabajar. Deslizalo suavemente entre los dientes y hacé un movimiento de C alrededor de cada diente, asegurándote de llegar debajo de la línea de las encías sin lastimarlas.

5. Complementá con un enjuague bucal

El enjuague bucal con flúor, bactericidas o desensibilizantes, es de gran ayuda para combatir la halitosis y mantener una salud bucal óptima. Mientras que el cepillado elimina la placa y los restos de alimentos, el enjuague aporta una barrera protectora adicional, fortaleciendo el esmalte dental y previniendo las caries. Además, más allá del flúor, el enjuague alcanza áreas que el cepillo no puede cubrir, garantizando una limpieza y una protección más completa. Siempre consultá con tu odontólogo cuál sería el más apropiado para vos, ya que algunos enjuagues no son de uso frecuente. 

6. No olvides limpiar tu lengua

En la lengua se acumulan miles de bacterias y, por lo tanto, es clave limpiarla regularmente junto con los dientes. Existen en el mercado limpiadores o raspadores linguales, pero también podés hacerlo con gasa. Pero cuidado: es importante no usar el cepillo de dientes para esta tarea.

7. Moderá el consumo de azúcares refinados

Una dieta equilibrada y baja en azúcares refinados puede ayudar a prevenir la formación de placa dental. La placa dental es una película pegajosa de bacterias que se forma constantemente sobre los dientes y, cuando se combina con azúcares, producen ácidos que atacan el esmalte dental, debilitándolo y aumentando el riesgo de caries. Por eso es muy importante moderar el consumo regular de alimentos y bebidas azucaradas, como gaseosas, jugos y golosinas.

8. Llevá una dieta equilibrada

Además de moderar el consumo de azúcares refinados, es fundamental prestar atención a la calidad nutricional de los alimentos que consumimos para asegurar una salud bucal óptima. Elegir alimentos ricos en vitaminas y minerales no solo fortalece los dientes y encías, sino que también contribuye a la salud general del cuerpo. 

El calcio y la vitamina D son especialmente cruciales en este aspecto: el calcio es el principal mineral responsable de la formación y el mantenimiento de dientes fuertes y sanos, mientras que la vitamina D desempeña un papel esencial en la absorción del calcio en el cuerpo.

9. Evitá el cigarrillo

¿Sabías que el tabaco mancha los dientes, provoca mal aliento y aumenta el riesgo de enfermedades periodontales y cáncer oral? Las manchas en los dientes son causadas por las sustancias químicas presentes en el tabaco, como la nicotina y el alquitrán, que se adhieren al esmalte y le dan un color amarillento o marrón, difícil de eliminar con un cepillado regular. Pero además, el tabaco es una de las principales causas de halitosis o mal aliento persistente, porque las toxinas y productos químicos en los cigarrillos se acumulan en la boca, generando un olor desagradable que ni el enjuague bucal más potente puede disimular por mucho tiempo.

10. No dejes de ver a tu odontólogo de confianza

Las revisiones dentales periódicas son fundamentales para detectar y tratar la placa dental a tiempo, antes de que cause problemas graves. Por eso se recomienda ir al dentista al menos dos veces al año para hacerse una limpieza y, de paso, una evaluación general de la salud bucal.

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