Qué es la maloclusión dental y cómo se corrige

La maloclusión dental es un problema común que puede afectar la salud bucal y el bienestar general. Descubrí sus causas y soluciones.

La maloclusión es un término que se utiliza para describir el alineamiento incorrecto de los dientes al cerrar la boca. En una mordida ideal, los dientes superiores encajan ligeramente por delante de los inferiores. Cuando esto no sucede, se habla de una maloclusión. Existen diferentes grados de severidad, desde leves desalineaciones hasta casos más graves donde el habla o la masticación se ven afectados.

Los tres tipos de maloclusión y sus causas

Para entender mejor este problema, es útil conocer los distintos tipos de maloclusión:

  • En la maloclusión de clase I, la coordinación de los maxilares es correcta, pero hay un desajuste en la alineación entre algunos dientes.
  • En la maloclusión de clase II, también conocida como retrognatismo, hay una sobremordida en la que los dientes superiores sobresalen considerablemente sobre los inferiores.
  • En la maloclusión de clase III, llamada prognatismo, los dientes inferiores sobresalen sobre los superiores, lo que resulta en una mordida inversa o invertida.

Pero, ¿cuándo y por qué ocurre?

La verdad es que las causas de la maloclusión son variadas, y pueden ser tanto genéticas como ambientales. Algunas de las más comunes son:

  1. Factores hereditarios: La genética desempeña un papel importante. Si uno o ambos padres tienen maloclusión, es más probable que sus hijos la desarrollen.
  2. Hábitos en la infancia: Conductas como utilizar un respirador bucal, chuparse el dedo, usar el chupete por tiempo prolongado o morderse las uñas pueden afectar el desarrollo normal de los dientes.
  3. Pérdida temprana de dientes de leche: Si un diente de leche cae antes de tiempo, los dientes circundantes pueden moverse y ocupar el espacio del diente que debería aparecer, lo que provoca un desajuste.
  4. Problemas en el desarrollo mandibular: Algunos niños nacen con desproporciones entre la mandíbula superior e inferior, lo que lleva a un mal alineamiento de los dientes.
  5. Traumas o lesiones: Un golpe fuerte en la cara puede mover los dientes de su posición correcta.

¿Cómo se corrige?

Además del impacto estético, una maloclusión no tratada puede tener efectos negativos en la salud bucal y general, como dificultades para masticar, dolor mandibular y de cabeza, desgaste desigual de los dientes y hasta problemas del habla. También puede aumentar la probabilidad de que ocurran infecciones y caries.

Pero la buena noticia es que la maloclusión puede corregirse, al menos en la mayoría de los casos. El tratamiento adecuado dependerá de la gravedad del problema y de la edad del paciente.

El abordaje más habitual es el uso de brackets, que aplican presión sobre los dientes para moverlos a su posición correcta con el tiempo. Actualmente existen opciones menos visibles, como los brackets cerámicos o los alineadores transparentes.

En los casos más graves, donde el problema radica en el desajuste de los maxilares, puede ser necesaria una cirugía. Esta intervención busca coordinar los maxilares para corregir la mordida.

A veces, el tratamiento puede incluir la extracción de dientes (solo si el apiñamiento dental es muy severo y se necesita liberar espacio para permitir que los demás se alineen correctamente) y el uso de retenedores después de los brackets o alineadores, para mantener los dientes en su nueva posición.

La importancia de un diagnóstico temprano

La corrección de la maloclusión es más sencilla cuando se detecta en la infancia, ya que los huesos aún están en desarrollo. Los odontólogos recomiendan que los niños tengan su primera evaluación ortodóntica alrededor de los siete años. Sin embargo, los adultos también pueden beneficiarse de los tratamientos, aunque estos pueden ser más largos o requerir intervenciones más complejas.

La maloclusión dental no es solo un problema estético, sino que puede tener consecuencias serias en la salud bucal y el bienestar general. Si notás alguno de los síntomas mencionados, no dudes en consultar a tu odontólogo para obtener un diagnóstico temprano y comenzar el tratamiento adecuado.

Tu sonrisa y tu salud te lo agradecerán.